LA SUERTE DE TU MANO
Hablan de suerte. Ellos, que no te conocen. Hablan de suerte sin ni siquiera haberte visto reír. Tú, que has estado a pie de cañón, siempre luchando por tu familia. Tú, de piedra por fuera, y tan sensible por dentro, con el corazón más grande que el pecho. Ellos mientras tanto siguen hablando de suerte, cuando no han compartido contigo los 90 minutos de un "FCB-RM". Que no te conocen, y te tachan de frívolo. Que sabrán... Que sabrán ellos de suerte si no les has dado la mano paseando por la calle, si ni siquiera les has llevado a hombros al parque.
Por suerte, por muchísima suerte, yo sí te conozco. Te conozco tanto papá, que me atrevo a decir que quiero seguir tus pasos. Quiero amar de la forma en que me amas, a mí, a mi hermano y a mamá. Quiero ser el tú más puro y sincero que pueda existir.
Gracias por tus risas, gracias por tus años, gracias por ser vida papá.